martes, 7 de octubre de 2014

Amazonas,Mujeres de Fuerza Herculea


Existe una abundante literatura y descubrimientos arqueológicos que nos revelan la existencia de estas excepcionales mujeres guerreras de la antigüedad.
Es posiblemente por su organización y modo de vida matriarcal, que se resiste a ser aceptada como realidad histórica.
Las descripciones homéricas sobre mujeres capaces de existir sin hombres y vencerlos en batallas, difícilmente son aceptadas por la sociedad en la que vivimos marcado por su fuerte convicción de que las mujeres no sabemos hacer nada sin un hombre a nuestro lado.
Dagad mag. quiere rendir tributo a estas valerosas mujeres desenterrando sus más olvidados secretos… dónde vivían, cómo gobernaban sus ciudades, qué deidades veneraban…
Aparte de las referencias de historiadores griegos, legados artísticos que las representan y diversos hallazgos arqueológicos, quiero hacer referencia a las descripciones que la escritora medieval Christine de Pisan detalló en su libro La Ciudad de las Damas, sobre las amazonas.
Las describe literalmente así:
»Lindando con Europa, a orillas del gran mar Océano que rodea el mundo, hay una región llamada Escitia o tierra de los Escitas. Sucedió un día que por estragos de la guerra aquel país se vio privado de todos sus hombres. Al ver que todas habían perdido a sus maridos, padres y hermanos, y que sólo quedaban ancianos y niños, las mujeres del país se reunieron en asamblea para deliberar. Decidieron entonces valientemente que en adelante gobernarían el reino sin tutela masculina y promulgaron una ley que prohibía a los hombres el acceso al territorio. Sin embargo, para asegurar su descendencia, en ciertas épocas del año, en un ir y venir, viajaban a los países vecinos’. Si daban a luz hijos varones, los devolvían a sus padres, mientras que si eran hijas se encargaban de su educación. Para aplicar esa ley eligieron a dos mujeres entre las más nobles, una llamada Lanfeto y la otra Martesia, y las coronaron reinas. Acto seguido, echaron del país a todos los hombres que quedaban, armándose formando numerosos batallones compuestos únicamente por damas y jóvenes doncellas y atacaron a sus enemigos, dejando sus tierras reducidas a cenizas. Nadie pudo resistir ante ellas, que vengaron así la muerte de sus maridos.
»De esta manera empezaron las mujeres escitas a llevar las armas. Luego se llamarón «amazonas», lo que significa «que ha sufrido la ablación de un pecho». Tenían en efecto por costumbre quemar según una técnica propia de ellas el pecho izquierdo de las niñas de la alta nobleza para que no las molestara el escudo, mientras que a las de menor rango, que tenían que tirar al arco, les quitaban el pecho derecho. Se Dedicaron con sumo placer a las artes marciales, ampliando por la fuerza sus dominios, y su fama dio la vuelta al mundo. Ahora bien, retomando mi discurso, Lanfeto y Martesia, después de invadir muchos países, acabaron por conquistar gran parte de Europa y Asia y las sometieron al imperio de su ley.
Fundaron numerosas ciudades, en particular Éfeso, en Asia, ciudad que fue famosa y lo sigue siendo. La primera reina en morir fue Martesia, que cayó en el combate. Para sucederla, las amazonas coronaron a una de sus hijas, doncella noble y hermosa, llamada Sínope. Ella era tan altiva y orgullosa que prefirió la virginidad y no se juntó jamás con un hombre. Sólo tuvo una pasión y único cuidado, e! ejercicio de las armas. Nada podía saciar su hambre conquistadora a la hora de invadir y apoderarse de tierras. Vengó la muerte de su madre de modo ejemplar, pasando a todos los habitantes del país enemigo por el  filo de la espada, y tras arrasar sus tierras, siguió con la conquista de otros dominios.>>

Descritas en la Ilíada como antianeirai –que significa las que van a la guerra como hombres- y por Herodoto androktones , esto es, asesinas de hombres, también se les tomaba como guerreras valientes, nobles y dignas. Nunca se les muestra en batalla crueles, pérfidas o cobardes y hay escenas en que se les ve rescatando compañeras heridas arriesgando su vida.
FUENTES HISTÓRICAS
HERODOTO de HALICARNASO (Historiador y Geógrafo griego del S. V a.c-), las situó en la región fronteriza de ESCITIA  (actual Kazajistán, Sur de Rusia y Ucarnia, Norte del Caúcaso, Azerbaján, Sarmacia, Bielorrusia, Polonia y Bajo Danubio).


Las más antiguas representaciones de las Amazonas aparecen en terracota y datan del siglo VII a. C. Posteriormente son innúmeras en los jarros griegos (jarros atenienses y figuras negras). Datan del probable encuentro entre Aquiles y Pentesilea de 530-520 a. C. Hay referencias a más de 60 nombres de Amazonas.
En general, las Amazonas son representadas como mujeres bien constituidas, elegantes, usando la media túnica ajustada a la cintura, con un seno al descubierto y el otro sugerido, por debajo de vestidos ligeros. En la mano tienen el arco y a la espalda la aljaba donde transportaban las flechas. También aparecen representadas con un hacha de dos filos en vez del arco de las que se le atribuye su invención.
Los escultores y pintores las inmortalizaron, y el más célebre conjunto escultórico es el friso del mausoleo de Halicarnaso, donde fueron inmortalizadas luchando contra Hércules.
En el arte Clásico encontramos representaciones de amazonas batallando contra griegos en las llamadas “AMAZONOMAQUIAS” en vasos cerámicos, bajorrelieves de monumentos o de sarcófagos. Las hallaremos si vistamos:
-El templo de Apolo en Erétria.
-El tesoro de los atenienses en Delfos
-El templo de Apolo Epicurio de Bassae
-El mausoleo de Halicarnaso
-El altar de Zeus de Pérgamo
Puedes encontrar sus ubicaciones aquí.
Es interesante La amazona herida de Écija, hallada en las excavaciones de El Salón, en el municipio de Écija (Sevilla), en la natatio de las termas, al pie de las escalinatas por las que los bañistas se introducían en la piscina. La persona que tiene oportunidad de observar esta excepcional pieza queda inmediatamente sorprendida al comprobar su magnífico estado de conservación, inusual en una escultura que ha aflorado en el curso de una excavación arqueológica. Había sido depositada allí cuidadosamente por personas que por algún motivo deseaban ocultarla, habiendo sido luego cubierta con restos de cornisas y sillares en un claro ánimo de ocultación y protección.
Arqueólogas e historiadoras como Marija Gimbutas, Riane Eisler y Jessica Salmonson aportan esa parte necesaria para poder tener una visión más cercana a lo que se puede con justicia llamar la Historia Humana -que toma en cuenta a las dos partes de la humanidad- y no solo la historia del hombre.

SU HISTORIA
Por unos 400 años (1.000-600 a.C) según los griegos, las Amazonas fueron un pueblo fuerte en la zona turca.
Al parecer llegaron a gobernar grandes porciones de Europa, Asia Menor y África.

Se establecieron ciudades llamadas Amazoniu en Pontus y la Isla de Patmos y numerosas poblaciones antiguas, incluyendo Smyrma y Éfeso, claman haber sido fundadas por ellas.

Varias ciudades acuñaron monedas. Erigieron estatuas y templos en honor de sus fundadoras. Y aunque los mismos griegos más tarde trataron de disminuir las leyendas tratándolas de falsas, si las mujeres guerreras nunca hubieran existido, nunca hubieran invadido Atenas, como Plutarco y muchos otros aseguran que lo hicieron.
Tenemos referencias de que en tiempos prehistóricos la isla griega de Lemmos estaba habitada solo por mujeres. Esta isla era llamada gynaikokratumene, reinado de mujeres. Los Argonautas llegaron a esta isla en su camino a la Tierra de Colchis ( al este del mar Negro) y son bien recibidos por las Amazonas y su reina Hypsipyle.

Las excavaciones en la zona de Poliochni han sacado a la luz un pueblo mayor que todos los conocidos contemporáneos y del doble de Troya. Este poblado de la temprana edad de Bronce tenía casas espaciosas colocadas en bloques a lo largo de una calzada norte-sur con abundantes pozos y un sistema de drenaje. El pueblo estaba circundado por una muralla de 5 metros de alto con ranuras para arqueros.
Esto es sorprendente porque de este período solo en Poliochni se han encontrado puntas de flecha y sería coincidencia que las Amazonas son reconocidas por ser magníficas arqueras. Los habitantes de Poliochni parece ser poseían riquezas pues se han encontrado innumerables tesoros entre las ruinas, además de un punto que hay que señalar: las construciones de las casas habitación eran uniformemente grandes, lo que demuestra una sociedad con muy pocas diferencias sociales. Esta clase de orden social es signo típico del matriarcado.

Estatua de Maroula, la última amazona de   Lemnos, en memoria de su exitosa campaña defensiva del castillo de Kotsinas contra los turcos en la Edad Media.
MYRINA, LA MATRIARCA.

Además el nombre de su capital es Mirina y Myrina es el nombre de la reina que se dice derrotó a la Atlántida con 30.000 guerreras a caballo apoyadas por 3.000 de infantería, todas ellas armadas con arcos y protegidas por armaduras de piel de serpiente.
Lo cierto es que conquistó también partes de Siria, Egipto y Frigia. Cuando los atlantes recuperaron su tierra, Myrina escapó siguiendo su carrera militar hacia el este, conquistando Lesbos, Samos, Pathmos, Samotracia y Lemmos. Murió en batalla en Tracia, cuando una alianza de los imperios de Tracia y Escita invadió la zona amazónica de Asia Menor.
Su tumba está cercana a Troya y fue cubierta por una enorme colina construida por mujeres llamada Baticia o colina de espinas. Myrina fundó varias ciudades con su nombre, incluyendo Smyrna.
De acuerdo a la historiadora JESICA SALMONSON, las Amazonas fueron en realidad dos imperios matriarcales fundados, gobernados y defendidos por mujeres.
AMAZONAS HESPERIANAS O GORGONAS
El imperio inicial, de las Amazonas Hesperianas o Gorgonas, era de guerreras libias originarias de Tritonia, una isla en la costa africana destruída por la acción volcánica siendo las Islas Canarias la parte no sumergida que subsiste.
Herodoto escribió que el poder militar de las Amazonas libias duró hasta el siglo VI a.C. Myrina fue reina Gorgona. Algunas de las áreas controladas por ella continuaron teniendo tribus de guerreras ya en tiempos históricos. Tribus matriarcales y de descendencia matrilineal son tema continuo en la historia africana que en varios casos sobrevive hasta los tiempos modernos.
De hecho. la existencia de Amazonas africanas se sustenta de diversas formas:
Al sureste de Libia, en el área montañosa de Fezzan, a mil kilómetros del Mediterráneo, se encuentran rocas grabadas muy interesantes: en una de ellas se aprecia una mujer con un casco puntiagudo, armada con un arco. Esta es una zona bereber. Los bereberes se llaman así mismos AMAZIGH. Existe entre ellos una posición preeminente de la mujer, aunque esto ha dependido de la influencia árabe.
Durante unos 1300 años, los bereberes fueron amenazados, conquistados y finalmente absorbidos por los árabes. Pero hay una historia significativa sobre la primera invasión árabe, alrededor del 700 después de nuestra era. Había una líder bereber llamada Kahina, quien opuso con éxito una fiera resistencia a los conquistadores, logrando hacerlos retroceder.

La cultura bereber más genuina converge en los Tuareg, que viven nómadas en el Sahara y cuya antecesora poseía muchas de las características de una reina Amazona. Se llamaba Tin Hinan y su tumba se encuentra en Abalesa, la vieja capital de la región Hoggar. De Tin Hinan se cuenta que llegó en compañía de su doncella Takamat desde Tafilalet, al sur de Marruecos, hasta Hoggar.

Ahí se convirtió en la primera reina Tamenokalt y su fama fue tal que aún hoy los tuareg la llaman La Madre de Todos. En la excavación de su tumba, los arqueólogos encontraron su cuerpo yaciendo sobre una cama finamente labrada y cubierto completamente con joyas. Usaba siete brazaletes de plata en su antebrazo derecho, y en el izquierdo, siete de oro. Otra gran reina guerrera fue Majaji, que lideraba a la tribu de Lovedu, que era parte del imperio Kushita, en la larga guerra contra Roma.
AMAZONAS THERMODONTINAS
Siglos después de Myrina, las Amazonas Thermodontinas reconquistaron mucho de su territorio. Era una tradición matriarcal de la Edad de Bronce de cidudades-estado aliadas. Era el país situado en la boca del río Thermodon al norte de Turquía, cerca del Mar de Azov. Aún hoy el nombre de este río es casi el mismo: Terme Çay y corre como a 50 Km al Este del pueblo costero de Samsun, hacia el Mar Negro.

Esta región es una planicie fértil y apartada por montañas al sur y al este, al oeste por el ancho río Yesil Irmak y al norte por el Mar negro.

En la rivera del Thermodos estaba situada Themiskyra, la famosa capital de las Amazonas, que aunque aún no ha sido descubierta existen muchos restos antiguos que sugieren una cultura refinada en esa área. La nación fue fundada por Lysippe. Y su área de influencia se extendía desde Sarmatia –en las estepas rusas- a través de las Montañas Táuricas, hasta el puerto de Anatolia.
    
Salmonson cree que Lysippe era orginaria de Escitia, donde eran entrenados para la batalla hombres y mujeres por igual. Otras fuentes manifiestan que ella y sus seguidoras eran Samaritanas, ya que en las tumbas de princesas y guerreros de los antiguos cementerios Samaritanos, se han encontrado armaduras femeninas y armas marcadas con muy antiguos símbolos escitas.
Cualquiera que sea su origen, las Amazonas Thermodontinas eran indoeuropeas pero pudo haber entre ellas emigrantes de otros lugares adoradoras de la diosa. Su gobierno estaba descentralizado, con numerosas reinas sirviendo como líderes tribales. Por ley, en todo el imperio solo las mujeres podían gobernar, cultivar la tierra o entrar en guerra.
Herodoto registra una historia que pretende explicar el origen del extraño lenguaje medio escita que se hablaba al este del río Don en Sauromatia. Una banda de jóvenes escitas tuvo un encuentro con una banda extranjera. Al despojar a un cadáver de su armadura descubrieron que era de mujer: peleaban con las Amazonas. Deciden entonces no pelear más sino cortejarlas, figurándose que el resultado de sus apareamientos serían guerreros feroces y nobles. Los escitas se retiraron y esperaron al mediodía cerca del campo de las Amazonas, ya que a esa hora ellas iban de dos en dos a orinar. Dos de los escitas se presentaron ante las primeras dos y ellas los recibieron bien, teniendo sexo con ellos. Aunque ninguno de los dos hablaba el lenguaje del otro, resolvieron regresar al siguiente día, trayendo a otro amigo, y así hicieron, hasta que todos estuvieron lujuriosamente amalgamados.
Los escitas nunca pudieron aprender el lenguaje de las Amazonas pero ellas sí probaron su habilidad aprendiendo, aunque a medias, la lengua escita. Ellos les sugirieron regresar a sus dominios y ser sus esposas, a lo que las guerreras arguyeron “No podremos vivir con vuestras mujeres. Ellas y nosotras no tenemos las mismas costumbres. Nosotras disparamos el arco, lanzamos la jabalina y montamos los caballos, pero de ‘tareas de mujeres’ no sabemos nada“. Entonces los escitas se instalaron con las Amazonas en lo que era Sauromatia, y como ellas nunca dominaron por completo el lenguaje, el sarmatiano se desarrolló como un dialecto.
Hipócrates escribió sobre Amazonas Escitas peleando en el s.V AnE. Arqueólogos soviéticos datan las primeras tumbas de mujeres guerreras descubiertas cerca del Mar de Azov en 300 AnE, lo que indica que la dinastía matrilineal fundada por Lysippe duró más tiempo que los imperios combinados de Ciro,  Carlomagno,  Alejandro y Napoleón.
Les dejo un párrafo de La Ciudad de las Damas, donde Cristina de Pisan nos invita a consultar los libros de Historia para corroborar el largo tiempo de existencia de las amazonas en Grecia y Turquía. Dónde habrán ido a parar los libros de Historia que ella consultaba en la biblioteca del rey de Francia Carlos V de Valois…
“Así, como has escuchado, aquel reino de mujeres establecido firmemente desde su fundación mantuvo su poderío durante más de ocho siglos. Puedes averiguarlo consultando las crónicas y contando los años que separan la fecha de su fundación de la época de la conquista del mundo por Alejandro Magno. En efecto, se sabe que bajo su imperio seguía existiendo el poderoso reino de las amazonas porque la historia nos relata cómo emprendió viaje el emperador hacia aquel reino, donde fue recibido por la reina y las damas de su corte. Alejandro nació mucho tiempo después de la destrucción de Troya, más de cuatrocientos años después de la fundación de Roma. Si quieres tomarte el trabajo de comparar las crónicas y calcular el número de años, verás cómo aquel reinado y poderío femenino duró larguísimo tiempo y podrás observar cómo entre otros reinados de parecida duración no se encuentran ni tantos príncipes ilustres, ni tantas personas cuyos logros les merecieron la fama, como sucedió con las soberanas damas de aquel reino.”
La Ciudad de las Damas, 1405. Christine de Pizan. Cap. XIX.
HALLAZGOS ARQUEOLÓGICOS
Los primeros entierros de guerreras se encontraron a mediados del siglo XIX, en las montañas del Cáucaso, en el río Terek. Una tumba contenía un esqueleto grande de mujer, enterrado con armadura, un manojo de flechas, un disco de pizarra y un cuchillo de hierro. Una serie de tumbas de un sitio cercano a Aul Stepan Zminda contenían muchas guerreras y sus monturas, aunque fechadas más tarde que las escitas.
Excavaciones modernas alrededor del túmulo real de Chertomylk, en Ucrania, encontraron que cuatro de las cincuenta tumbas de guerreros eran del tipo Amazónico: una de ellas fue enterrada con una punta de flecha en la espalda, otra tenía un escudo masivo de hierro y una tercera un niño pequeño.

Esqueletos de una guerrera (i) y de otra persona hallados en una tumba amazona, en el Museo del Palatinado de Speyer (Alemania).
El mito se torna realidad ante tal cantidad de hallazgos. Como el de de un osario formado por una gran cantidad de momias de mujeres al sur de Rusia.
Ocultas bajo gruesas capas de tierra, las tumbas amazónicas fueron halladas por los arqueólogos en la frontera con Kasajstán, en las proximidades de Potrowra. Se calcula que datan del siglo VI a. C. y corresponden a los saromasianos, pueblo nómada y pastor de origen iraní que habitó la región.La arqueóloga estadounidense Jeanine Davis Kimball, quien ha examinado cerca del 50 por ciento de estas tumbas, descubrió que mientras algunos hombres fueron sepultados con utensilios domésticos como vasijas y ollas, los objetos funerarios de las mujeres eran armaduras de caballería. Siete de estas momias jóvenes mostraron extremas características militares. En sus tumbas también se encontraron afiladas flechas de bronce, largos puñales de hierro, espadas y piedras para afilar sus hojas. El hallazgo se publicó en la revista New Scientist en 1997.
Antes, en 1994, se hallaron los restos de una mujer de aproximadamente 13 ó 14 años. Los huesos arqueados de sus piernas indican toda una vida a caballo. Las decenas de puntas de flecha encontradas a su lado, sugieren que fue sepultada con una aljiba con flechas.
Hoy el mito está desapareciendo para dar origen a una teoría sobre su verdadera existencia. En la Lesbia Magazine de enero de 1999 leemos que en las riberas del Río Don se encontraron montículos funerarios, con 2.400 años, donde estaban 21 sepulturas de mujeres enterradas con sus armas. Y recientes descubrimientos en Hungría y China han venido a enriquecer la teoría de la existencia real de las Amazonas.
SU FORMA DE VIDA
Mucho se ha especulado al respecto, pero de lo que están de acuerdo todos los estudiosos es que sus ciudades estado estaban gobernados por mujeres, y que la presencia de los hombres era permitida tan solo para desempeñar trabajos de servidumbre.
Para perpetuar la especie se unían con pueblos vecinos o extranjeros una vez al año. Los niños eran entregados a sus padres y las niñas se quedaban y eran criadas por ellas.
Sus líderes por tanto, eran solo reinas .
Se dice que en la batalla de Termodonte, cuando los Griegos salieron victoriosos de la batalla contra extrañas mujeres, éstas fueron hechas prisioneras y llevadas en los navíos, pero en alta mar se sublevaron y diezmaron a los hombres. Desconocedoras de las artes de la navegación, estuvieron a la deriva y llegaron al Mar de Azov, donde habitaban los Escitas.
Poderosas, porque manejaban armas, es curioso referir que ese factor de superioridad era marcador para los hombres que se cruzaban con ellas. Tener armas es, ayer como hoy, tener poder. Está estudiado que las regiones donde vivieron tenían grandes reservas de hierro. De ahí que ellas mismas fabricaran las armas. Y eran guerreras porque querían conquistar territorios para instalarse. En cuanto a la descendencia, como normalmente vivían cerca del mar o en islas.
El antropólogo brasileño Darci Ribeiro (1992-1997) afirmó:
«Un pueblo-mujer contando solo con ellas, sin hombres propios, sirviéndose de extranjeros como reproductores es plausible y hasta viable. Un pueblo solo de machos es una utopía salvaje».
SUS CREENCIAS, SUS DIOSAS
En la mitología se dice que  son descendientes de Ares, dios de la guerra y de la ninfa Harmonía.
 Veneraban a Armemisa, diosa de la Naturaleza y de la caza,  y Atenea, diosa de la Guerra, junto con Afrodita, la diosa del amor y la belleza. Las amazonas construyeron templos en su honor , como el gran templo de Artemisa.
Las Amazonas, guerreras, cazadoras y sacerdotisas, adoraban a Artemisa. La Artemisa Tracia y la Artemisa de Éfeso derivan de la Gran Madre cretense y frigia, de origen anatolio y escita. Esta diosa era adorada también en Sicilia, en Rodes, en Pontus y Galatia y a través de toda Noráfrica.
El templo de Artemisa en Éfeso contenía una imagen de madera que la representaba. En su peinado había un objeto conocido como la diopeta, del que se decía que había caído del cielo, tal vez un implemento neolítico, tal vez un mortero de la edad de bronce.
Hay una referencia bíblica en Hechos 19:35, que ha confundido a los traductores. La versión revisada la hace una “piedra sagrada”.
La historia dice que el templo y la imagen fueron construidas por las Amazonas y el templo era considerado uno de los más grandes de la antigüedad. Artemisa era adorada en todo el mundo conocido y la Biblia lo menciona. El apóstol Pablo trató de suprimir a sus seguidoras mientras que Alejandro Magno ganó en popularidad restaurando el templo.
 LAS AMAZONAS MÁS FAMOSAS
Dice Cristina de Pizán:
“Como lo oirás ahora, el reino fundado por las amazonas floreció durante largo tiempo, sucediéndose a la cabeza del estado un sinfín de mujeres heroicas, de las cuales sólo te citaré las más importantes, porque resultaría fastidioso nombrarlas a todas.”
Hay varias relaciones contradictorias de nombres de las amazonas.
Quinto de Esmirna enumera las guerreras asistentes de Pentesilea: «Clonia estaba allí, Polemusa, Derinoe, Evandra, y Antandra, y Bremusa, Hipótoa, Harmótoa la de ojos oscuros, Alcibia, Derimaquea, Antíbrota, Termodosa disfrutando con la lanza.»
Los nombres de amazonas mencionadas por autores clásicos incluyen:
             Ainia, enemiga de Aquiles y una de las doce amazonas que acompañaron a Pentesilea a la Guerra de Troya. Su nombre significa ‘rapidez’.
             Antianira, que sucedió a Pentesilea como reina de las amazonas. Es conocida por ordenar que sus siervos masculinos fueran mutilados y castrados «pues los lisiados son mejores en el amor».
             Antíbrota, una de las doce seguidoras de Pentesilea según Quinto de Esmirna.
             Antíope.
             Asteria, la sexta amazona a la que mató Heracles.
             Cleta, una de las doce seguidoras de Pentesilea. Su barco fue alejado de su curso por el viento y llegó a Italia, donde fundó la ciudad de Clete.
             Helena, hija de Títiro. Luchó con Aquiles y murió tras ser gravemente herida por él.
             Hipólita, la reina amazona que poseía un cinturón mágico que le había dado su padre, Ares. Teseo, su enemigo griego, se enamoró de ella. Y se casaron. Firmándose la paz entre amazonas y griegos.
             Melanipa, hermana de Hipólita. Heracles la secuestró y exigió el cinturón de Hipólita a cambio de su libertad. Ésta accedió y Heracles la liberó.
             Mirina.
             Otrera, consorte de Ares y madre de Hipólita y Pentesilea.
             Oritia. Fue la madre de la gran reina Pentesilea, sucedió a Antíope, reina de caballerescas proezas que siendo la más valiente guerrera de su época mantuvo entre las amazonas la disciplina militar. Ni que decir tiene que no tuvo límites la ira de Oritia cuando supo cómo los griegos habían atacado de noche y a traición, y a qué enorme masacre se entregaban. Juró que en mala hora ellos se habían expuesto a su furia, y desafiando a un enemigo a quien no temía, mandó tomar las armas y presentar batalla.
             Pentesilea.Hija de la reina Oritia, heredó el trono a su muerte. Mujer heroica ciñó ante todas una corona de sabiduría, bravura y valor. Nunca se cansó de luchar y condujo a las amazonas al cénit de su poder, porque tanto la temían sus enemigos que ninguno se atrevió a atacarlas. Tan altanera y orgullosa fue esta mujer que nunca se dignó a unirse a ningún hombre. En su época tuvo lugar la gran guerra entre griegos y troyanos. En aquel tiempo fue cuando la fama de Héctor de Troyase extendió por el mundo entero, que no dejaba de alabar sus proezas caballerescas y su valentía sin par. Pentesilea intrigada y atraida abandona sus tierras y junto con un séquito de nobles mujeres se dirige a Troya. Sin embargo cuando llega descubre que acaba de ser asesinado por Aquiles en la batalla. Arrodillada ante su cuerpo innerte, juró venganza contra los griegos.
             Talestris, una reina de las amazonas en el Roman d’Alexandre.
             Tebe.
HIPÓLITA Y SU CINTURÓN MÁGICO, UN EPISODIO MÁGICO 
De este pueblo, hay muchas leyendas donde grandes héroes tuvieron que enfrentarse a ellas. Por ejemplo, Belerofonte quien luchó contra ellas por mandato de Yóbates.
Una de las más conocidas es cuando Heracles (Hércules) cumple la misión que le asigna Euristeo, y se dirige a las márgenes del Termodonte a adueñarse del cinturón de Hipólita, reina de las amazonas. Ésta consintió en entregarle el cinturón a Heracles, pero la celosa Hera (esposa del dios Zeuz) provocó una rebelión entre las Amazonas, y Heracles tuvo que matar a Hipólita. Teseo que acompañaba a Heracles en su misión, se llevó a Antíope, una de las amazonas. Ellas, molestas por este atrevimiento y para vengar el rapto, hicieron la guerra contra Atenas, pero fueron derrotadas por los atenienses que estaban liderados por Teseo.
Otra hazaña legendaria que las involucra, es la ayuda que le brindaron a los troyanos durante la guerra de Troya. Pentesilea, reina amazona, envió un grupo de apoyo a Príamo, rey troyano. Aquiles dio muerte a Pentesilea, quien antes de morir, hizo que éste se enamorara perdidamente de ella, lo que le infundió gran sufrimiento.
POR QUÉ LAS BORRARON DE LA HISTORIA?
Dicen que no hay mayor desprecio que no hacer aprecio, y esto es lo que lamentablemente ha ocurrido con la existencia de las mujeres guerreras de la antigüedad, simplemente la sociedad patriarcal dominante las borró del mapa, de los libros de historia, e incluso trataron de borrarlo de la memoria colectiva.
Aunque el hecho histórico de la existencia de las Amazonas es cada vez más patente, es indudable que todo lo escrito es aún una combinación de hechos, mitología y fantasías masculinas.
Por un lado, algunos relatos son evidentemente ficción. Para nuestra sociedad las Amazonas representan al Otro, el ser sobre el que se proyectan todas las dudas, temores y prejuicios. En virtud de eso, las Amazonas se ven exactamente como lo opuesto a lo que la mujer debería ser, y su cultura sería antinatural y opuesta al orden.
Pero como hemos podido comprobar, a lo largo de la historia del mundo mujeres guerreras que no son solo curiosidades anómalas sino que tienen un lugar digno en su sociedad.
Los hallazgos arqueológicos están ahí, y los escritos de historiadores renombrados y representaciones artíscas han perdurado hasta nuestros días. Todas estas manifestaciones corroboran lo que los registros akásicos y nuestra menoria del alma claman, desenterrar la verdad acerca de estas valerosas e independientes mujeres. Capaces de fundar estados enteros, de poder subsirtir sin necesidad de un gobierno masculino y con potestad para dirigir su propio destino. Un arquetipo de mujer muy mal visto por nuestra sociedad que hace temblar las piernas de todo hombre machista y tambalear los cimientos de nuestra actual civilización.
Pues que tambaleen, las amazonas hemos despertado de nuestra ensoñación, nos hemos escapado de las mazmorras de la misoginia y estamos re-agrupándanos para volver a ocupar el puesto que nos arrebataron.
Que las palabras, la investigación y la agrupación ecofemenina sean nuestras hachas, fechas y escudos.
La Amazona mítica ha cambiado su imagen y función de acuerdo a las necesidades y los tiempos. También ha cambiado las batallas que pelea, según quien haya escrito la historia y en qué época. La Amazona, pues, ha sido defensora de la castidad y la fe cristiana, cruzada medieval e hija leal del Islam. Ha sido samurai y ninja. Ha sido habitante del Valle Perdido, exploradora victoriana, sufragista y feminista. Y sigue blandiendo sus armas: espada y lanza, pistola y látigo, pancartas y clubes, pluma y discurso.
La Amazona es y será siempre noble, valiente, inteligente y -sobre todo- independiente, y las mujeres que se han ganado el apelativo de Amazonas siempre tienen estas cualidades. Cada una, a su manera, ha sembrado y ha luchado para mejorar la calidad de vida de ella, de sus hermanas, de sus hijos.
Para terminar quiero decir que el miedo al poder de la mujer que reflejan estas historias de feroces Amazonas, calaron hondo profundo en el subconsciente masculino y tuvieron su resonancia en los conquistadores portugueses del siglo XVI que al llegar a la selva brasileña y encontrar mujeres luchando en su contra, llamaron a la región, y al río más grande del mundo, Amazonas.
Podemos decir que la cruzada a mitificar la real existencia de las amazonas por parte del patriarcado ha contribuido a rodear a estas mujeres -que representan un aspecto de todas nosotras- en un halo de misterio que las dota si aún, de mayor poder.

AMAZONAS EN TODO EL MUNDO

Las amazonas no son patrimonio exclusivo de la geografía griega, turca y del norte de Africa. En muchas culturas y tradiciones encontramos pueblos de mujeres guerreras similares:
INDIA Y SRI LANKA:
Se dice que Chandragrupta Maurya, emperador de la India, poseía una guardia personal formada por mujeres griegas gigantes.
Dos mil años más tarde encontramos en la historia India, la figura de las guardias reales de Nizams, Deccan e Hyderabad.
A la familia real de Kandy (Sri Lanka) también se le atribuía una guardia de mujeres arqueras.
JAPÓN:
Las Kunoichi  (くノ一), son mujeres guerreras muy temidas del antiguo Japón, expertas en el arte de las artes marciales, taijutsu, kenjutsu, ninjutsu. Ya dedicaremos un monográfico solo para ellas, que merece la pena conocer bien a estas formidables mujeres.
CHINA:
La sacerdotisa Fu Hao transformó la historia mundial. Sus hazañas en batalla parecen tan increíbles que muchos historiadores la consideran una figura mítica. Después de más de 3000 años, se descubrió la tumba de Fu Hao, intacta. Su contenido provocó consternación en toda la comunidad arqueológica. Ya le dedicaremos un merecido artículo, sobre su vida, sus hazañas y su espectacular sarcófago.
EUROPA:
Germánicas y Celtas son a menudo descritas luchando junto a sus maridos, y según Tácito, la reina guerrera Boudicca, tenía más mujeres que hombres en su ejército.

En la Península Ibérica se habla de un matriarcadio extremo (poliandria) en pueblos de Gallaecia (Galicia) y entre los vacceos.
Y en las Islas Canarias se están comenzando a corroborar hipótesis de un tipo sociedad matriarcal pre-hispánico, con mujeres tan o más valerosas que sus compañeros. Ya dedicaremos otro reportaje a tratar este tema.
En la mitología nórdica tenemos a las walkyrias , que llevaban a los guerreros muertos en batalla al Walhalla, y a las que se representaba vestidas con atuendo guerrero.

En Escandinavia, de hecho, las mujeres sin responsabilidades familiares podían tomar las armas y hacerse guerreras; eran las llamadas “doncellas escudadas” (“Skjaldmö”), de las cuales una de las más famosaas fue hervor, quien toma parte en el ciclo de la espada mágica Tyrfing.

 También en la historia de Bohemia se menciona a un grupo de mujeres guerreras despìadadas lideradas por Vlasta, quienes lucharon contra el duque de Bohemia.
El explorador español, Francisco de Orellana, en el S.XVI, afirmó haber luchado contra un pueblo de mujeres guerreras a orillas del río Marañón, el cual desde entonces fue llamado “Amazonas” (aunque también hay quien afirma que el nombre del río proviene del término indio “amassona” (“destructor de barcos”), nombre que se daba al gigante que recorría el rio (Pororoca para los indios).
Las amazonas de Dahomey eran una fuerza militar de 6000 mujeres de Dahomey (Benin), en África Occidental, las cuales estuvieron activas desde el S.XVI hasta finales del XIX, cuando fueron finalmente derrotadas por Francia.
En Libia hay también una importante tradición de mujeres guerreras (ya hemos mencionado al principio del artículo a las amzonas de la fontera oeste de Egipto). Los igbo y los fulani (tribus africanas) también integraron tradicionalmente a mujeres en sus ejércitos.
En el reino de Siam, en el S.XIX, el rey poseía un batallón personal de cuatrocientas mujeres lanceras, quienes eran escogidas entre las más hermosas del país (aunque en este caso se las consideraba demasiado valiosas como para enviarlas a la guerra).
Otros pueblos con tradiciones de mujeres guerreras fueron los árabes, los aborígenes australianos, los bereberes, los chinos, los kurdos, los filipinos, los maoríes, los micronesios, los papuanos, los rajput, los soviéticos, israelíes y vietcongs.
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