jueves, 15 de enero de 2015

El Gran Engaño. Noticias de actualidad en relación con la profecía.



 Caritas es
Una ONG progre, independientemente de que muchos de sus miembros no lo sean, que
Secunda parte de los objetivos de la ingeniería social para la destrucción del alma
Europea. Para la implantación de esos objetivos, algunos colaboran haciendo pedagogía
En los colegios y otros repartiendo bocadillos.
La inmigración, sobre todo la mahometana, es contraria a los intereses económicos,
Sociales y espirituales de España. Lo vemos a diario en nuestra crónica de sucesos. De
No ser por el asistencialismo de Caritas, muchos de esos inmigrantes ya se habrían
Marchado. Inútil pretender que los miembros de Caritas se convencieran del terrible
daño que están haciendo (que han hecho ya) al futuro de este país. Ellos creen a pies
juntilla en el relativismo antropológico y en la fraternidad entre lobos y ovejas. Que lo
crean de buena o mala fe es para nosotros asunto menor.
A través de los testimonios de decenas de lectores y los datos recabados por nosotros
Mismos, sabemos que Caritas ha priorizado las ayudas destinadas a la población
inmigrante, en menoscabo de la autóctona. Cuando el reagrupamiento familiar consiste
en que un inmigrante islámico se traiga a toda su familia (con las consecuencias a medio
y largo plazo que esa medida trae aparejada y al ejemplo de algunos países europeos nos
remitimos), nuestra obligación, como españoles pero también como cristianos, es la de
oponernos a una medida tan suicida.
Este medio no ha vacilado nunca en llamar a las cosas por su nombre. El Cristianismo
no puede ser nunca un cheque en blanco contra nuestra razón existencial y la vida de
nuestras mujeres y de nuestros hijos. La participación de Caritas en la estrategia de las
Entidades inmigracionistas no nos puede llevar más que a considerarla como parte
Fundamental del problema, le guste o no a muchos católicos de buena fe.
“Pues amarga es la verdad, quiero echarla de la boca”, sostenía el conocido verso de
Quevedo. Cada uno tiene su verdad. Las nuestras no cuentan con el beneplácito de los
amos del momento. El camino elegido es duro y cuesta arriba, y nos llueven piedras
desde muchos sitios, incluso de los católicos de salón y canapé.
Decía Gramsci que “hay que actuar con gran pesimismo de la razón pero con un fuerte
optimismo de la voluntad”. Curiosamente, este pensamiento del teórico marxista tiene
una innegable belleza, pues es una invitación a la fe, a aceptar las dificultades sin caer
en la resignación y la renuncia, unida a la implícita promesa de la recompensa al final
del camino. Los antiguos romanos decían, sin sospechar siquiera la similitud futura con
la moral cristiana por venir: “Per aspera ad astra” (“Por la dificultad hacia las
estrellas”).
Mientras el tiempo lo permita y las autoridades no lo impidan, seguiremos aportando
nuestro grano de arena en esta tarea de ayudar a agitar (en el buen sentido de la palabra)
las adormecidas conciencias de muchos de nuestros compatriotas. Aunque eso suene
como excesivo, enfrentado al espesor del aletargamiento bovino de esta sociedad.
Caritas se ha convertido en una gran mentira. Y en algo tan inútil desde el punto de vista
pastoral que ha sido incapaz de convertir al Cristianismo a una sola de las cientos de
miles de personas de otras confesiones a las que lleva años alimentando gratis. Caritas
es el caballo de Troya de la islamización de España. Esa es la realidad y lo demás es
comentario. Fueran los anatemas laicos políticamente correctos que ya no asustan a
nadie. La Iglesia en España chapotea en la mentira. Justo es subrayar que existen
meritorias excepciones. Una de ellas es la del Padre Calvo, quien sostuvo hace poco que
muchos de los que hoy son alimentados por Caritas serán mañana nuestros verdugos.
La jerarquía católica con la mentira de Caritas enemiga de la sociedad cristiana. Esa es
la verdad y lo demás es propaganda. Caritas no es el buen samaritano sino una
exuberancia de estupidez suicida. Y si no que se lo pregunten a los coptos o a los
cristianos en Nigeria o a Asia Bibi en Pakistán, incomunicada en cadena perpétua. No
hay caridad para los cristianos, ni fraternidad. La Iglesia calla, cobarde y cómplice,
mientras alimenta el conflicto en España. Esa Iglesia sólo atenta a sus privilegios y a su
financiación y que vende al por mayor la mentira de Caritas.
Caritas es el comedor social de los musulmanes. Caritas es la media luna de los idiotas.
Y no tan idiotas, porque resulta que de fomentar la amenaza musulmana con su
demografía expansiva viven la friolera de 4.357 católicos oficiales, que están
asalariados de Caritas, que viven de Caritas y en buena medida del contribuyente,
porque el 33,70% de los fondos salen de los fondos públicos, de las administraciones
locales (19.635.876 euros), las autonómicas (31.499.100), de la central (28.626.405) y
de la Unión Europea (4.728.352). Datos oficiales de la web oficial de Caritas.
Por supuesto, hay que acabar con esta mentira, aunque algunos católicos oficiales
amenacen con sus falaces excomuniones. Con nuestro dinero no se va a financiar a los
islamistas. Para nada. No pensamos volver a dar un solo euro a la Iglesia, ni en el
cepillo, ni mucho menos poner la crucecita. Y animamos a todos a hacer lo mismo.
Caritas es mentira, grosera mentira. Es una coartada del sistema y un quintacolumnismo
islámico. Ni un euro a Cáritas. Ni un euro a la Iglesia. La verdad nos hará libres y
Cáritas es mentira, es la media luna camuflada con la crucecita...Fuente alerta digital

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