domingo, 9 de noviembre de 2014

PP PSOE y monarquía alta traición al pueblo español desde 1978.Porque estos no trabajan para ayudar a los Españoles,sino para romper la Unidad territorial de España al Servico de los Usureros



¿PUEDE ESPAÑA ESTAR LIDERADA POR UN COBARDE Y GOBERNADA POR UN TRAIDOR?

Si alguien en su ceguera todavía tenía alguna duda sobre la mendacidad y la total perversión política y moral de Mariano Rajoy, creo que hoy se le habrá caído la venda de los ojos. Rajoy es la segunda plaga bíblica después de Zapatero que asuela este desgraciado país. Es igual pero en pusilánime, y además está yendo mucho más lejos en la destrucción económica, política y moral de la nación española. A lo que se añade la destrucción de la más sólida estructura social que España ha tenido jamás basada en una amplia clase media que pasó del 24% en 1936 al 56% en 1975, que hoy ha caído al 43% y está siendo sustituida por una sociedad tercermundista dual. Rajoy ha demostrado que es una persona sin principios ni valores a quien solo importa el poder. Y con tal de mantenerlo no duda en traicionar a sus votantes, a su Patria y a quien sea menester.

Zapatero era un indocumentado, un sectario y un radical. Tan indocumentado que osaba negar la existencia de España. Pero Zapatero nunca traicionó a sus votantes. Rajoy es diferente: prometió bajar impuestos, no pactar con terroristas y hacer cumplir la Constitución. Ha hecho justo lo contrario

La forma en que este pusilánime ha dejado pudrirse el tema catalán puesto en marcha por el Estatut de Zapatero ha sido tan manifiestamente desastrosa que ha caído cuando menos en el delito de colaboración tácita, pero inequívoca, de conspiración para la sedición de Cataluña. Es decir, un gravísimo delito contra la estabilidad y seguridad del Estado español. Rajoy ha cerrado los ojos desde el principio al flagrante incumplimiento de la ley constitucional por los separatistas, sin mover un solo dedo para garantizar su cumplimiento como era su obligación como presidente de la nación. Tan acostumbrados estamos a su desidia y a su irresponsabilidad en la defensa de la unidad de España que a nadie extraña hoy que haya mirado hacia otro lado mientras los separatistas iniciaban una escalada verbal y de hechos consumados para la separación.

Cuando en febrero de 2012 la Generalitat estaba al borde de la suspensión de pagos, en lugar de rematarlos y acabar con el problema, Rajoy les entregaría un río de dinero (37.000 millones de euros), con lo que los separatistas han podido evitar la quiebra y financiar su estrategia de sediciónTanta colaboración necesaria para la sedición que, cuando en febrero de 2012 la Generalitat estaba al borde de la suspensión de pagos, en lugar de rematarlos y acabar con el problema de una vez por todas, en un acto que raya en la traición, les entregó un río de dinero que a día de hoy totaliza los 37.000 millones de euros, con lo que los separatistas han podido no solo evitar la quiebra, sino sobre todo financiar su estrategia de sedición, a lo que se suman 12.000 millones del rescate de Catalunya Banc que debería haber sido cerrado. Rajoy financia a los enemigos interiores de España que resultan ser además los paradigmas de la corrupción.

Y ahora, Artur Mas está culminando el largo proceso tendente a la separación de Cataluña del resto de España. Y si esto no es un gravísimo delito perseguible de oficio, entonces carece de fundamento incluso la existencia de un código penal, en un país donde la más alta autoridad pública la tienen los más egregios infractores de las leyes. Al firmar un referéndum ilegal para la ruptura de la unidad nacional, Mas debería haber sido detenido y encarcelado y la autonomía de Cataluña suspendida. En lugar de ello, el cómplice Rajoy junto con su “alter ego” Sáenz de Santamaría, ávida de poder a cualquier precio, sin ideología y sin principios, en una posición inequívoca de colaboración necesaria para la sedición, se contenta con el papeleo burocrático de dejar en manos del Tribunal Constitucional lo que es de incumbencia directa del poder ejecutivo del Estado.  Por primera vez, un país europeo permite celebrar un referéndum a contrapelo de las leyes del Estado y con la complicidad de instituciones al servicio de ese mismo Estado. El papel de la policía autonómica catalana, desoyendo las órdenes de identificar a los responsables del aquelarre mafioso-sedicioso, es el mejor ejemplo de la descomposición en la que ha caído la España de Rajoy y de su conversión en una sociedad sin contrapesos legales ni morales, en la que impera ya la más absoluta de las anarquías.

El separatismo catalán se está saliendo con las suyas y está en condiciones de seguir la vía Kosovo; es decir, la declaración unilateral de independencia. Que lo haga o no, el tiempo, a no mucho tardar, se sabrá. Era previsible. Lo es desde hace cuarenta años, desde que Torcuato Fernández Miranda, Adolfo Suárez y Juan Carlos de Borbón, desde la traición, decidieron entregar el poder a los separatistas a cambio de cierta condescendencia temporal hacia los borbones y sus privilegios.

La Ley electoral y la Constitución y la España de las autonomías se hicieron para que los separatistas estuvieran satisfechos; para que consiguieran sus propósitos. Ya en “La monarquía inútil” Enrique de Diego reseñó cómo en la elaboración de la Constitución Juan Carlos ya quiso dar la independencia a Vascongadas mediante la argucia de un mero retórico pacto con la corona. Y que ese proyecto sigue en pie, a pesar de su desquicie y su inmoralidad. De aquellos polvos vienen estos lodos; no se recoge otra cosa que lo que se ha sembrado, mientras por el camino han caído más de novecientos patriotas, los mejores.

El separatismo siempre han formado parte del sistema, cuya relación simbiótica ha sido siempre a través de la cesión, de la entrega de la educación de las nuevas generaciones, de la retirada de la Guardia Civil, la Policía Nacional y el Ejército. España ha sido retirada de Cataluña y Vascongadas. Lo fue desde el comienzo de la transición.

Si en Sicilia se legalizara la mafia, estamos seguros que la mafia gobernaría, obtendría la mayoría absoluta, porque la gente entendería que se ha dado el poder a los matones. La permanente debilidad de los gobiernos de España ha dado alas a la mafia nacionalista. La gente entiende que el Estado ha cedido y que lo mejor es ponerse de perfil. En la misma TVE de todos los españoles, la cobertura informativa y las tertulias dirigidas están informando como si fuera algo normal destrozar una nación, una economía y una sociedad.

Para el cobarde e inútil de Rajoy se ponen las cosas muy duras con un separatismo levantisco tanto en Vascongadas como en Cataluña. En Vascongadas, no hay que engañarse, la banda terrorista va a exigir la independencia como paso previo al totalitarismo. Habrá que ver si el PNV se deja llevar por sus genes u opta por el posibilismo. Hay que ponerse en lo peor. Y dentro de lo peor está que Rajoy tiene como costumbre ceder. Y los patriotas no lo vamos a permitir.

Y en ese escenario es preciso recordar que España es la solución. Que este sistema es la antiEspaña, que este régimen es la destrucción de España y que, por el contrario, España es la solución. Que la independencia no es posible, no hay resquicio en el ordenamiento legal, y que en caso de sedición es preciso aplicar el artículo 155 de la Constitución y, en su caso, el artículo 8 que pone como misión de las Fuerzas Armadas mantener la unidad y la integridad territorial de España.

Hoy, como justo castigo a su perversidad, la monarquía borbónica ha muerto. Es un cadáver hediendo que deambula por el escenario esperando que alguien ponga en práctica la obra de caridad de enterrar a los muertos….Alerta Digital




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